De todas las pancartas que había ayer en la Puerta del Sol, que eran muchas, a cual más ingeniosa, esta fue la que más grabada se me quedó. Quizás porque al oír la palabra "antisistema", por alguna razón (¿tendrán los medios algo que ver con esto?), se nos evoca la imagen de un chalao violento que quema papeleras ante el edificio donde se desarrolla la cumbre del G-20, y lo que ayer vi en la Puerta del Sol estaba mucho más en sintonía con lo que yo y otros muchos pensamos que hay que hacer para protestar contra el sistema.
Lo que vi era un grupo de gente preocupada, cabreada, harta, indignada... y profundamente pacífica. Gente decidida a reivindicar lo que es suyo, pero de forma coherente con lo que reivindica, sin necesidad de quemar papeleras o romper el mobiliario urbano. Con ganas de luchar, pero demostrando que la lucha no implica violencia. De hecho, cuando a alguien se le ocurría salirse por peteneras, (como por ejemplo cuando a alguien se le ocurrio empezar a romper el cartel gigante de L´oreal y Paz Vega) en seguida la multitud le propinaba una descomunal pitada, y le coreaba aquello de "¡No les deis razones!". Razones... para desalojar a los cientos de personas allí congregadas y que, pese a ser una concentración ilegal, entienden que "el sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado", y por lo tanto se saltan la ley porque, siendo en este caso "ilegales" se saben absolutamente legítimos.
Lo que vi era sobre todo, aunque no sólo, gente joven. Como decía Piltra esta mañana "probablemente los jóvenes mejor preparados de este país". Jóvenes con carrera universitaria, gente que ha leído, gente que incluso ya lleva unos años desempeñando su trabajo. Muchos de ellos, paradójicamente en el paro (paradójicamente eso les da también la posibilidad de quedarse acampados en la plaza día y noche). Probablemente muchos de ellos liados en otras mil causas y plataformas. Otros simplemente indignados y cansados de hablar en los bares de esta mierda de sistema injusto que hace más pobres a los pobres y más ricos a los ricos, que se vende como libertad y nos hace esclavos. En definitiva, como se coreba a ratos, cansados de que "Lo llaman democracia y no lo es".
Lo que vi también era una amalgama de gente diferente, pero unida por una causa común... y eso pone los pelos de punta. Porque no era un partido político (gracias a Dios ningún partido ha conseguido "adueñarse" de esto) ni siquiera una plataforma la que convocaba la acampada. Simplemente se va juntando gente y gente y gente.... gente muy distinta, pero con la idea común de que hay que cambiar las cosas. Gente de distintas edades, gente de distintos signos políticos, con o sin creencias religiosas... Y lo que se respiraba ayer era que eso da igual. Que hay muchas cosas que nos unen, muchas cosas por las que los jóvenes (y no sólo los jóvenes) queremos luchar juntos.
Y vi un ambiente de "buen rollo" y de respeto mutuo que me llegó dentro. Ayer había tanta gente que era imposible no pisar a alguien o darle un pequeño empujón al intentar pasar de un lado otro. Todo el mundo pedía paso amablemente, o perdón por el pisotón, o se preocupaban porque el de atrás, que es más bajito, no se esté enterando bien de lo que se habla en la asamblea, y le invita a pasar adelante. Gente civilizada, gente de paz, gente culta, gente comprometida y gente de bien... Eso es lo que vi ayer.
No se sabe muy bien para qué servirá lo que está pasando estos días, pero creo que es valioso por sí mismo. Simplemente por el hecho de haber reunido a la gente por una causa común; el hecho de que la gente ya no sólo comente en los bares, sino que esté decidida a plantarse frente a la clase política, los banqueros y todos los que retroalimentan este sistema injusto y esclavizador... Simplemente eso ya es valioso... Y lo que venga después, Dios dirá...
El domingo no se sabía lo que estaba pasando en Sol; ayer, miércoles, era imposible no haberse enterado. Y, qué genial, no porque los medios hablen de ello, sino porque el boca-oreja e internet son ya imparables, y el que más el que menos ayer había recibido cuatro invitaciones para ir con no sé quién un rato a Sol y se encontró con al menos tres personas allí sin haber quedado con ellas. Porque no hacen falta ya los medios clásicos para transmitir información, y me da igual lo que quiera decir Intereconomía o Libertad Digital al respecto, porque ayer estuve allí y sé lo que pasó, y cientos de personas lo van a saber, porque ahora mismo pienso colgar este post en mi Facebook.
Os dejo un enlace a una entrevista a un chaval de 19 años acampado en Sol en la Ser. No tiene desperdicio...
http://www.youtube.com/watch?v=NKJQGahGMIs&feature=player_embedded
A mí personalmente todo esto me da esperanzas de que en realidad sí que "Otro mundo es posible". Tenemos derecho a soñar con él.
Lo que vi era un grupo de gente preocupada, cabreada, harta, indignada... y profundamente pacífica. Gente decidida a reivindicar lo que es suyo, pero de forma coherente con lo que reivindica, sin necesidad de quemar papeleras o romper el mobiliario urbano. Con ganas de luchar, pero demostrando que la lucha no implica violencia. De hecho, cuando a alguien se le ocurría salirse por peteneras, (como por ejemplo cuando a alguien se le ocurrio empezar a romper el cartel gigante de L´oreal y Paz Vega) en seguida la multitud le propinaba una descomunal pitada, y le coreaba aquello de "¡No les deis razones!". Razones... para desalojar a los cientos de personas allí congregadas y que, pese a ser una concentración ilegal, entienden que "el sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado", y por lo tanto se saltan la ley porque, siendo en este caso "ilegales" se saben absolutamente legítimos.
Lo que vi era sobre todo, aunque no sólo, gente joven. Como decía Piltra esta mañana "probablemente los jóvenes mejor preparados de este país". Jóvenes con carrera universitaria, gente que ha leído, gente que incluso ya lleva unos años desempeñando su trabajo. Muchos de ellos, paradójicamente en el paro (paradójicamente eso les da también la posibilidad de quedarse acampados en la plaza día y noche). Probablemente muchos de ellos liados en otras mil causas y plataformas. Otros simplemente indignados y cansados de hablar en los bares de esta mierda de sistema injusto que hace más pobres a los pobres y más ricos a los ricos, que se vende como libertad y nos hace esclavos. En definitiva, como se coreba a ratos, cansados de que "Lo llaman democracia y no lo es".
Lo que vi también era una amalgama de gente diferente, pero unida por una causa común... y eso pone los pelos de punta. Porque no era un partido político (gracias a Dios ningún partido ha conseguido "adueñarse" de esto) ni siquiera una plataforma la que convocaba la acampada. Simplemente se va juntando gente y gente y gente.... gente muy distinta, pero con la idea común de que hay que cambiar las cosas. Gente de distintas edades, gente de distintos signos políticos, con o sin creencias religiosas... Y lo que se respiraba ayer era que eso da igual. Que hay muchas cosas que nos unen, muchas cosas por las que los jóvenes (y no sólo los jóvenes) queremos luchar juntos.
Y vi un ambiente de "buen rollo" y de respeto mutuo que me llegó dentro. Ayer había tanta gente que era imposible no pisar a alguien o darle un pequeño empujón al intentar pasar de un lado otro. Todo el mundo pedía paso amablemente, o perdón por el pisotón, o se preocupaban porque el de atrás, que es más bajito, no se esté enterando bien de lo que se habla en la asamblea, y le invita a pasar adelante. Gente civilizada, gente de paz, gente culta, gente comprometida y gente de bien... Eso es lo que vi ayer.
No se sabe muy bien para qué servirá lo que está pasando estos días, pero creo que es valioso por sí mismo. Simplemente por el hecho de haber reunido a la gente por una causa común; el hecho de que la gente ya no sólo comente en los bares, sino que esté decidida a plantarse frente a la clase política, los banqueros y todos los que retroalimentan este sistema injusto y esclavizador... Simplemente eso ya es valioso... Y lo que venga después, Dios dirá...
El domingo no se sabía lo que estaba pasando en Sol; ayer, miércoles, era imposible no haberse enterado. Y, qué genial, no porque los medios hablen de ello, sino porque el boca-oreja e internet son ya imparables, y el que más el que menos ayer había recibido cuatro invitaciones para ir con no sé quién un rato a Sol y se encontró con al menos tres personas allí sin haber quedado con ellas. Porque no hacen falta ya los medios clásicos para transmitir información, y me da igual lo que quiera decir Intereconomía o Libertad Digital al respecto, porque ayer estuve allí y sé lo que pasó, y cientos de personas lo van a saber, porque ahora mismo pienso colgar este post en mi Facebook.
Os dejo un enlace a una entrevista a un chaval de 19 años acampado en Sol en la Ser. No tiene desperdicio...
http://www.youtube.com/watch?v=NKJQGahGMIs&feature=player_embedded
A mí personalmente todo esto me da esperanzas de que en realidad sí que "Otro mundo es posible". Tenemos derecho a soñar con él.