Siempre me he negado a doblar. Cuando el IMSALUD me llama para pedirme que trabaje por las tardes cuando ya trabajo por las mañanas o viceversa, mi respuesta es clara: "no, lo siento, es que ya estoy trabajando." Es una cuestión de principios: no creo que se vea igual al paciente número 15 que al número 45 de la lista. Y no soy la única que pienso así, por mucho compañero mío que doble mes tras mes (los admiro profundamente: no sé cómo resiten). Además, siento que por muchos pacientes que vea en un día, sean 20, 40 ó 55 (mi récord; no es mucho para la media nacional española), nada va a cambiar, no se adelanta trabajo. Mañana volverá a estar llena la lista, porque la demanda va a seguir y seguir y seguir, día tras día hasta el infinito, porque no hay ningún objetivo al que llegar, sino el ir solucionanado lo del día a día para que la población conserve la salud, simplemente porque por suerte los mínimos en salud están cubiertos hace tiempo en España.
Este trabajo es distinto. Por primera vez en mi vida estoy haciendo horas extras porque me da la gana. Sí, porque me da la gana, porque hay trabajo que sacar adelante, objetivos que cumplir y que merece la pena que sean cumplidos. Porque hay que tener a tiempo la planificación del próximo año, para poder presupuestarla dentro de plazo, para que se liberen los fondos para poder llevar a cabo las actividades, esas actividades que vamos pensando entre unos y otros y con las que creemos que podemos contribuir a que el sistema sanitario de este país, y de rebote la salud de sus habitantes, sea algo mejor.
Estas dos últimas semanas han sido de locos. Mucha gente trabajando por la mañana y por la tarde cuando nuestro horario acaba a las 3; pero es que no se pueden quedar las cosas sin hacer, porque nos va el año que viene en ello.
"¿Cómo va el cronograma?", "¿El congreso de laboratoristas va a ser en fin de semana?", ¿El curso de diagnóstico de VIH y consueling lleva dietas?", "He visto unos esterilizadores que salen a precio asequible y que irían genial para los paritorios", "¡Modelos de auscultación! ¡sería genial! Lo presupuestamos", "¿Qué os parece si durante el año próximo formamos a alguien de aquí para que continúe en 2011 con la radio? ¿Hay dinero en el presupuesto de la radio como para eso?", "¿Cuándo se ha planificado hacer las letrinas en Machinda?","Acabo de tener un pedazo de idea: vamos a mandar auxiliares a formarse como matronas en Camerún", "Habría que hacer un manual para formación continua del personal de los centros. A mí no me importa hacerlo...", "¿Cómo queda junio? Un poco cargado. Nos van a echar la bronca los equipos: vamos a pasar algo a julio"...
Y así, poco a poco, se va construyendo el boceto de lo que será el año 2010 en FRS.
Pero lo empezado en 2009 sigue ahí, y también hay que hacerle hueco mientras se planifica. Hay todo un manual de tres tomos que editar para los agentes de salud que están haciendo el curso para ser auxiliares comunitarios, y ya ha costado alguna que otra noche sin dormir a alguno el tenerlo listo a tiempo. Pero dicen que los agentes, al ver el tomo 1, se han puesto súper contentos porque ya tienen algo con lo que dar rienda suelta a sus ganas de estudiar; y es que para muchos es tarde para aprender a coger apuntes.
No sé, quizás aquí es más obvio que las horas extras son necesarias, que se hacen porque hacen falta, que merecen la pena. No pienso aguantar a este ritmo todo un año, porque no sería sano.Pero si las cosas siguen como parecen hasta ahora, no creo que me importe, de vez en cuando, sólo cuando haga falta, sacar un huequito para las horas extras.
Supongo que se trata de creer en lo que haces.
Este trabajo es distinto. Por primera vez en mi vida estoy haciendo horas extras porque me da la gana. Sí, porque me da la gana, porque hay trabajo que sacar adelante, objetivos que cumplir y que merece la pena que sean cumplidos. Porque hay que tener a tiempo la planificación del próximo año, para poder presupuestarla dentro de plazo, para que se liberen los fondos para poder llevar a cabo las actividades, esas actividades que vamos pensando entre unos y otros y con las que creemos que podemos contribuir a que el sistema sanitario de este país, y de rebote la salud de sus habitantes, sea algo mejor.
Estas dos últimas semanas han sido de locos. Mucha gente trabajando por la mañana y por la tarde cuando nuestro horario acaba a las 3; pero es que no se pueden quedar las cosas sin hacer, porque nos va el año que viene en ello.
"¿Cómo va el cronograma?", "¿El congreso de laboratoristas va a ser en fin de semana?", ¿El curso de diagnóstico de VIH y consueling lleva dietas?", "He visto unos esterilizadores que salen a precio asequible y que irían genial para los paritorios", "¡Modelos de auscultación! ¡sería genial! Lo presupuestamos", "¿Qué os parece si durante el año próximo formamos a alguien de aquí para que continúe en 2011 con la radio? ¿Hay dinero en el presupuesto de la radio como para eso?", "¿Cuándo se ha planificado hacer las letrinas en Machinda?","Acabo de tener un pedazo de idea: vamos a mandar auxiliares a formarse como matronas en Camerún", "Habría que hacer un manual para formación continua del personal de los centros. A mí no me importa hacerlo...", "¿Cómo queda junio? Un poco cargado. Nos van a echar la bronca los equipos: vamos a pasar algo a julio"...
Y así, poco a poco, se va construyendo el boceto de lo que será el año 2010 en FRS.
Pero lo empezado en 2009 sigue ahí, y también hay que hacerle hueco mientras se planifica. Hay todo un manual de tres tomos que editar para los agentes de salud que están haciendo el curso para ser auxiliares comunitarios, y ya ha costado alguna que otra noche sin dormir a alguno el tenerlo listo a tiempo. Pero dicen que los agentes, al ver el tomo 1, se han puesto súper contentos porque ya tienen algo con lo que dar rienda suelta a sus ganas de estudiar; y es que para muchos es tarde para aprender a coger apuntes.
No sé, quizás aquí es más obvio que las horas extras son necesarias, que se hacen porque hacen falta, que merecen la pena. No pienso aguantar a este ritmo todo un año, porque no sería sano.Pero si las cosas siguen como parecen hasta ahora, no creo que me importe, de vez en cuando, sólo cuando haga falta, sacar un huequito para las horas extras.
Supongo que se trata de creer en lo que haces.